¿Qué es una smart city?

¿Qué es una Smart City?

Una ciudad inteligente es un entorno urbano que incorpora tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras con el objetivo de mejorar la eficiencia y la calidad de vida para sus residentes y empresas. De acuerdo con la Comisión Europea, una ciudad inteligente se caracteriza por:

1. Sistemas de transporte urbano avanzados y eficientes.
2. Mejoras en las redes de suministro de agua y alcantarillado.
3. Soluciones más eficaces para la iluminación y calefacción de edificios.
4. Una administración municipal interactiva y receptiva.
5. Espacios públicos más seguros.

En otras palabras, una ciudad inteligente y sostenible aprovecha las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la calidad de vida, la eficiencia y la competitividad, al tiempo que se asegura de satisfacer las necesidades tanto de las generaciones actuales como de las futuras.

Según la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE), esta definición de ciudad inteligente también abarca aspectos como la disponibilidad generalizada de Internet en hogares y Wi-Fi en lugares públicos, así como infraestructuras inteligentes, medidores eléctricos inteligentes, datos de acceso público y una administración electrónica.

¿Qué caracteriza a una Smart City?

Las smart cities se caracterizan por la digitalización de diversos aspectos, que incluyen:

1. Edificios inteligentes: Estos edificios están diseñados para un rendimiento óptimo, siendo altamente eficientes en términos energéticos, completamente electrificados y alimentados por fuentes de energía renovable. Además, están integrados con sistemas avanzados de gestión energética digital.
2. Infraestructura inteligente: La infraestructura de la ciudad, como parques, paradas de autobús y alumbrado público, está equipada con tecnologías digitales que son interconectadas, modulares y multifuncionales.
3. Movilidad inteligente: La movilidad en las smart cities se logra a través de vehículos como coches eléctricos y autobuses, tanto públicos como privados, que funcionan con energía renovable distribuida desde estaciones de recarga digitalizadas y conectadas en red, accesibles mediante una aplicación.
4. Energía inteligente: Las smart cities emplean sistemas energéticos inteligentes que facilitan la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables. Esto implica el uso de redes eléctricas inteligentes para llevar energía renovable a las áreas urbanas, junto con sistemas de almacenamiento de energía gestionados por plataformas de software para maximizar la eficiencia.
5. Tecnología inteligente: Gracias a la digitalización, las ciudades inteligentes pueden gestionarse de manera eficiente y enfocada en el ahorro de energía. Los gestores y administradores municipales pueden utilizar plataformas como City Analytics de Enel X para planificar las infraestructuras y servicios según la demanda real, lo que beneficia la calidad de vida urbana.
6. Viviendas inteligentes: Los residentes de las smart cities habitan en viviendas inteligentes que optimizan el uso de recursos energéticos y reducen el consumo de energía. Estas viviendas incorporan dispositivos y electrodomésticos inteligentes, así como sistemas de calefacción, refrigeración y seguridad que pueden controlarse de forma remota a través de una única aplicación.

¿Cómo funciona una Smart City?

El funcionamiento de una smart city se basa en la implementación de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT), como sensores, luces y contadores conectados, con el propósito de recopilar y analizar datos. Estos datos son utilizados para mejorar la infraestructura, los servicios públicos y en general, simplificar y hacer más eficientes las actividades diarias. Además, contribuyen a mejorar la seguridad pública, la gestión del tráfico y la preocupación por el medio ambiente. Estas ciudades aplican estrategias como el urbanismo verde para reducir la huella ecológica y avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS).

¿Cuál es la importancia de estas ciudades?

Las smart cities aportan numerosos beneficios, como la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, la promoción de un ambiente más limpio y la reducción de la contaminación. Además, generan ahorros en las facturas de energía y contribuyen a disminuir la huella de carbono en toda la ciudad, lo que la vuelve más sostenible y resistente. Estas ventajas también implican que una ciudad inteligente está mejor preparada para abrazar los principios de la economía circular, tales como el reciclaje y la reutilización, la utilización de insumos sostenibles como la energía renovable, la oferta de productos como servicio, la creación de plataformas de intercambio y la prolongación de la vida útil de los productos.

Ciudades circulares: un papel fundamental

Las ciudades circulares son de gran relevancia debido a que adoptan el modelo de economía circular en lugar del modelo lineal convencional de extraer, producir y desechar. En una ciudad circular, se cierra el ciclo entre la extracción de recursos, la fabricación, el consumo y la gestión de residuos. Para lograr esto, estas ciudades emplean tecnología de smart cities y reciclan materiales en la construcción y operación de sus infraestructuras. Además, utilizan energía renovable para alimentar sus servicios, evitando el desperdicio de recursos finitos y promoviendo su reutilización.

En definitiva, la transformación de ciudades inteligentes en ciudades circulares es crucial para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, que busca la neutralidad climática y la preservación de la biodiversidad en beneficio de las generaciones actuales y futuras.